viernes, 28 de mayo de 2010

Discurso a un deprimido

Eres patético, tapando tu rostro con manos
Llorando sin estar ahogado en alcohol,
Sofocándote con tu propio nudo en la garganta
Extrañando un sueño que fue más que una ilusión.

No ríes al derramar lágrimas, no sonríes al dolor
Búrlate de él como él se carcajea de tu sufrimiento
Culpas a una persona por tu agonía
Eres incompleto debido a tu ceguera

Quiérete y busca un espejo en el cual amarte
Pero no ames al espejo pues se quebrara, rayara o empañara,
El reflejo será perturbado

Te hablé de ilusiones que causaban la felicidad
Ilusiones reales y palpables trastornándose a pesadillas,
Que te despertarían y atraparían,

Entristeces con tu depresión y caes en el hoyo que haces tu nuevo hogar
Eres sordo a palabras que no sean lo que deseas,
Pues regocíjate en tu agujero si es lo que quieres
Sal de él cuando desees y espero no mueras.

Ignoraste las palabras como si fueran las de un niño o un anciano.
Y ahora no hagas caso de mis palabras no soy nadie
Alguna vez fui algo que ahora se halla perdido
Disfruta de la vagabundez pues ella enseña
No hay camino y apenas se ven los senderos

Culpas y te hundes en fango, son una mierda
Lo son, nosotros lo somos, quieres domar a la bestia
Vuélvete una, se cruel, miente, vuélvete sueños
Se falso si es lo que quieres

Compite desgarrando corazones y acariciando labios
Mira como uno devora a otro, en una batalla de navajas al cuello
En la que cada quien se acerca a su propia muerte,
Vive para morir, y encuentra la muerte en el deseo, el deseo de la vida.

Esperanza espero un día mueras y contigo me devaste la realidad
Que oprimo y amo, que me tortura y motiva a caminar
Y en la cual ando en espiral.

Levántate y sigue,
corre y siente el viento,
escupe a Dios y ríe de la vida.